Cada día que se inicia presenta la posibilidad de descubrir la vida que queremos llevar acabo. Pensar en el cómo; para luego ejecutarlo. Implementar la coherencia de ser lo que pensamos, lo que sentimos y lo que actuamos en cada presente.
Somos artífices de nuestro destino. Somos los creadores de nuestro pequeño mundo y hacemos nuestro aporte al gran mundo.
Esto es posible. Podemos hacerlo con lo que hay. No es necesario romper lo construido, solo hay que generar cambios, animarse a intervenir de diferente modo en las distintas situaciones.
Enfocar. Detectar cuáles son las prioridades. Paso a paso, viendo y evaluando los procesos. Todo junto no es posible.
Aprender a mirar un poco más amplio, para poder implementar nuevas formas.
El gran desafío es estar presentes, de lo contrario sería imposible implementar una nueva forma.
Lo importante: los límites claros en cada persona, generan vínculos sanos.
Dejen caer estructuras que ya no sirven. Suelten esas formas creadas para cumplir con las expectativas ajenas. Eso es renovarse. No es con violencia sino con amorosidad hacia uno mismo.
Utiliza tu día para construir un fuerte deseo: ser quien sos.