Intimar: introducirse una materia por las porosidades de otra.
Cuan clara es la definición de la real academia española en el termino “intimar”.
Yo sumaría a este concepto que la acción de intimar tanto física como emocionalmente es el ejercicio necesario para que cada persona pueda unir sus partes blandas con las duras, haciéndolas comprender que tan solo son parte de una Unidad que tiene sentido en si misma para activar el fin del conocimiento. Nada sería duro si no hay blando y nada sería blando si no hay duro.
Entender en esa intimidad que uno necesita del otro para poder aprehenderse.
Intimar es cobijar el alma en la confianza para lograr su máxima expansión y en ese abrirse la maravillosa oportunidad de definir quien uno verdaderamente es, sin decorado alguno y lo que se necesita para poder superarse. Humildad.
El ejercicio pleno de la intimidad con conciencia promueve la confianza en uno mismo y en el otro, porque en esa libertad de poder aceptar lo que es, ya no hay resistencia a la verdad y en esa energía de desarrolla el buen amor. El amor libre y al mismo tiempo sentido y compartido en responsabilidad.
Hoy te propongo que pienses cómo te desenvuelves en tu intimidad.
- Confías en ti y en tu capacidad de entregarte plenamente al ejercicio de entregar todo cuanto verdaderamente eres?
- Te mientes y mientes?
- Puedes descubrir que la ausencia de entrega trae como resultado desconfianza y dependencia emocional.
- Descubres tu falta de poder a la hora de hablar profundamente acerca de tus necesidades emocionales y de tus miedos?
- Crees que alguien podría adivinar lo que necesitas?
Hoy aplica conciencia en tus relaciones íntimas entendiendo que ese es el verdadero espacio “in” para tu autoexploración y descubrimiento.
Ejercitar el amor propio es brindarse con naturalidad a la vida.