Es la forma emocional que aparece mostrando cierta inquietud e intranquilidad frente a un temor que ronda en la mente. Se siente una amenaza latente, un peligro que al ser intangible e indefinido no nos podemos defender.
Esa preocupación o amenaza impide o invalida que puedas ser y estar presente.
Es importante que detectes cuan conectado estas al pasado o a las expectativas del futuro.
Repasa en tus inquietudes:
- Qué es lo que te preocupa sin cesar?
- Qué viviste en tu pasado que inquieta a tu presente?
- Qué le sucedió a otro que lo viviste como propio?
- Podes darte cuenta de que posees una tremenda imaginación que te hace enroscar en supuestos que no existen?
- Cuanto tiempo de tu vida pasas imaginando cosas?
- Llegas a darte cuenta cuanto te defiendes de cosas que es probable que no ocurran?
- Reconoces que buscas señales e investigas para convencerte de que tienes razón en lo que sospechas?
- Observa cuantas cosas haces para impresionar a otros.
Entonces ahora que sabes parte de lo que te sucede; aprende cuando sientas ansiedad que debes ponerle un límite a tu imaginación y a tus obsesiones. No permitas que tu imaginación, que tu mente, se apodere de ti.
Aprende a estar satisfecho con quien eres hoy.
No controles todo. Permitite explorar en lo nuevo y desconocido.
Entiende que no tienes por qué saberlo todo.
Aprende a confiar en quienes te rodean.
Pedí ayuda.
Hablá acerca de tus necesidades.
Recuerda que el miedo existe para que seas consciente de que tú también necesitas protección y que la verdadera protección esta en tu posibilidad de aprender de ti para saber comunicar qué necesitas.
Reflexiona por un instante en esta pregunta:
- Qué te impide realizar o acceder cuando se presenta tu síntoma de ansiedad?
Dedicarle un tiempo a diario para conocerte es el principio fundamental del amor propio.