¿Estas conducido por tu alma o por tu personalidad?
¿Quién está dirigiendo tu vida, la personalidad que supiste construir para pararte frente a los demás o tu deseo más íntimo?
Tu sentir desde el alma te muestra y te conecta con tu deseo, con la claridad de reconocer aquello que necesitas expresar, hacer, manifestar en tu vida.
Para poder escucharla es necesario dejar de estar tan conectados con la distracción puesta en el afuera para escuchar tus necesidades personales; tu latido.
La personalidad insiste siempre en depender de lo que supone que tiene que tener y alcanzar para “pertenecer” a un medio, a un grupo, a una forma, a veces perdiendo las propias, conformando a otros.
La personalidad genera un ruido permanente entre preocupaciones y ocupaciones, que no te permiten escucharte.
Para escuchar tu voz, la de tu ser, es necesario aquietar tu cuerpo, tu palabra, tu búsqueda. Es decir, tranquilizar a la personalidad y a sus necesidades.
Esta es la tarea que comúnmente se llama meditación.
Para lograr esa conexión se necesita voluntad y disciplina, para generar ese encuentro con vos mismo/a.
La construcción de tu autoestima también tiene que ver con brindarte ese tiempo para reconectar con tus sentimientos, necesidades, con tu sentir.
Muchas definiciones dicen que meditar es enfocar la conciencia hacia algo superior; y eso superior sos vos.
Conectar con lo “tu ser importante” es una cuestión de dedicación y de tiempo para escucharte, contemplarte.
Toda actividad que te conecte con tu interior, con el poder sentir a tu alma, generará tu expansión.
Disciplina tu tiempo a diario para lograrlo.
Tal vez en un principio lo sientas difícil de lograr, tal vez te distraigas rápidamente, porque lo cultural hizo que no le prestaras atención a tu ser interior distrayéndote tanto en el afuera que tal vez te perdiste.
No te des por vencido/a , no bajes los brazos; este es tu momento de encuentro.