Nacimos para conectar con la tierra.
Hacer tierra es generar materialidad desde lo que vinimos a ofrendar al planeta, como entrega de nuestro ser.
El que no está bien plantado en la tierra, en su eje, regando a diario su voluntad y disciplina de sostén y permanencia, se desprende, queda en el aire. Una raíz que queda en el aire se termina marchitando, muriendo a cada uno de sus brotes. Quien no desarrolla bien su raíz, desencarna, no puede encarnar sólidamente en su vida.
La base de tu capacidad de expansión está en tu enraizamiento.
¿Podes decir hoy; estoy parado aquí en mis pies?
Conectar con tu espíritu y tu cuerpo físico es la oportunidad de dignificar tu vida. Así le podes dar forma a tus deseos en vez de dejarlos en el espacio de tu mente.
¿Tu idea tiene forma? ¿Tu idea tiene plan de realización? ¿Tu idea tiene un espacio para desarrollarse en tu vida?
Recordá que vos sos el encargado de satisfacer tus necesidades. En el afuera solo encontraras las oportunidades si en tu adentro se formatea y se materializa tu deseo.