La biología dice que el adulto es el efecto biológico, psicológico y anímico de sus padres, de su crianza, del modelo, del programa instalado.
El clan es un formato instalado que se correspondió a un evento socio cultural del cual seguimos recibiendo un alto impacto. El clan es una cultura «de encierro». Se desarrolla en una familia que transfiere de generación en generación una forma «que no se actualiza» y que pretende que sea de «esa manera», sin darle el espacio a lo nuevo. En realidad, no hay espacio para la «identidad» personal, solo para la identidad social, familiar.
Una mente que obedece a formas, no se elige, es sumisa al deseo ajeno o rebelde, pero no es libre, trabaja para la forma. Una mente que idealiza, no es libre, se disminuye.
En un clan difícilmente los integrantes se realicen como individuos, como parejas sexuales. Difícilmente puedan llevar a cabo una sexualidad sana integrada al amor y a la correspondencia.
Mientras que tu mente este atada a un principio de sometimiento o de obediencia, habrá inhibición, inmadurez, ausencia de conocimiento personal, defensa.
La emoción que se desarrolla en el clan es «la culpa» como forma para no soltar y pertenecer por siempre.
Afrontar el miedo a ser excluido es la tarea. El avance de tu vida esta en desbloquear estos principios que aún están activos.
Soltar el clan es asumir el coraje de estar vivos, soltando viejas amarras, que impidieron el encuentro con tu propia naturaleza.
Hoy podes generar tu fin para enaltecer un nuevo principio.
El clan gobierna tu mente, tu cuerpo y en ella a tu sexualidad.