Es tiempo de sanar tus temores y heridas del pasado encontrándote en ellas, sin negarlas, ni evitarlas.
Están ahí, se hicieron huella por el efecto de la crianza; de las formas transmitidas por tus padres en tus primeros diez años de vida, donde se tejen las formas del amor y se conciben como propias.
Dirigíte ahora a observar lo sucedido en esa época, no para quedarte pegad@ al pasado, tampoco para cargar con el enojo, el desprecio o la rabia de lo que pudo haber sido, simplemente sucedió como parte de tu plan.
Corregí el mensaje recibido; comprendiendo acerca de la ignorancia y la falta de conciencia que marcó el pasado. De esta manera comprobarás tu poder, lo que estaba en tu interior para ser descubierto a partir de esta adversidad.
Tus padres tan solo te transfirieron lo recibido, sin filtrar la información. La falta de conocimiento del pasado así lo dejó suceder. Cada persona entregó lo que había recibido. No existía el conocimiento del ser, tan solo la manipulación para obtener resultados para «un patrón». Ahora es el tiempo de ejercer tu derecho a restablecer la justicia y la responsabilidad hacia tu ser. Esto es lo que te invita y motiva a la reparación.
La infancia es el tiempo y el espacio en el que aprendemos, sin poder defendernos y sin poder discernir acerca del material que se nos aporta a diario y con el que rápidamente nos familiarizamos y naturalizamos.
Las creencias y las formas transmitidas y ejercidas se impregnan y determinan la configuración de tu sana o insana autoestima. En esa huella, encontrarás las razones y las causas de lo que te sucede en tu presente.
Realizá tu capacitación personal, explorando en diferentes disciplinas que te conduzcan a explorar en tus profundidades. Así podrás reprogramar en tus creencias para ser la causa de una mejor calidad en tu diario vivir.
- ¿Cuáles son las heridas que podés detectar?
- ¿Tenés miedo a ser abandonad@?
- ¿Tenés miedo de ser rechazad@?
- ¿Tenés miedo a fracasar?
- ¿Tenés miedo a amar y no ser amad@?
- ¿Fuiste humillad@?
- ¿Fuiste abusad@?
- ¿Fuiste negad@?
- ¿Fuiste traicionad@?
- ¿Tenés falta de confianza?
- ¿Sos omnipotente?
- ¿Recibiste una injusticia?
¿Cuál reconcés como la herida que te hace sangrar una y otra vez en diferentes personas y diferentes contextos, quitándote tu energía y la sabia voluntad del buen estado de vida?