Convertí a tu ego en tu aliado para acompañar el camino de tu alma.
El ego es ese “yo” que nos pinta en la vida tal como aprendimos a percibir la realidad en nuestra crianza.
Se manifiesta entonces en nuestra edad adulta como un niño herido, dolido, terco y egoísta que solo mira y contempla con demanda sus necesidades insatisfechas, esperando que alguien se las cumpla.
A la espera de que llegue el mejor momento, la mejor persona, la mejor circunstancia, el mejor empleo, que todo llegue de afuera.
Cree que la solución le tiene que venir servida en bandeja, cuando en realidad somos nosotr@s, los adultos, los que tenemos que ver cual es esa herida de niñ@, que necesitamos atender para poder ir por nuestros deseos y necesidades descubriendo a nuestro ser.
¿Qué estás esperando?
¿Qué interpretaste en tu pasado que te impide avanzar en tus relaciones tanto laborales como personales?
El ego nos hace permanecer en ese estado de dolor, hurgueteando testarudamente en esos lugares donde no hay lo que buscamos ni lo que necesitamos.
Tu alma se implementó a tu vida para que logres asumir tu verdadera identidad manifestando tus necesidades, quien sos. Necesita que tu ego la acompañe, de lo contrario se genera dolor, sufrimiento.
Cada vez que no la escuchas generas resistencia y en ella un gran dolor, ser ignorad@.
Ese sentimiento lo creas y lo recreas cada vez que no le prestas atención a tu ser y te quedas instalad@ en tu deber ser.
El ego es una parte parcialmente consciente de nuestra personalidad que controla y media entre lo que internamente somos y los ideales propuestos por el mundo exterior.
Tiene que ver con el modelo que se nos implementa en la crianza y que por responder a ese patrón, que nos manda, no nos hacemos cargo de nuestra madurez y de nuestro libre albedrío quedándonos presos de la obediencia a lo impuesto.
Nuestro ser, prisionero del “deber ser “, queda sin poder manifestarse tal como lo necesita, y en ese estado de obediencia, permanece en un lugar muy inmaduro, dependiente de la aprobación e inhibido del poder hacerse cargo de nuestras genuinas necesidades y deseos.
Es tu ser, tu capacidad de sentirlo y asistirlo el que te va ayudar a descubrirte en tu independencia y autonomía para tomar decisiones de rescatarte de esos espacios de dolor.
Entonces lo que necesitas es convertir a tu ego en tu verdadero aliado.
¿Cómo se logra eso?
Conectado a tu presente, a este adulto que habitas, siendo lo que espontáneamente sos, sin cubrirte, taparte ni disfrazarte. Aprendiendo a sentirte en tu vulnerabilidad.
Las pretensiones y expectativas de lo que puede suceder o de lo que pretendemos que suceda genera ansiedad y nos hace buscar por fuera, ignorando lo que hay adentro.
Solo conseguirás lo que esté dentro tuyo. Si ahí no hay , la búsqueda en el afuera sería estéril , solo una perdida de energía, porque tu existencia está dirigida por la ley de atracción, atraemos lo que somos, por lo cual el trabajo siempre es y esta en vos, en descubrir que tenés en tu territorio y ahí transformar, construir, validar, etc.
¿Qué es lo que hay? ¿Qué es lo que falta en vos?
Aprendé a gestionar y a generar en vos.